FABRICANTES DE ELECTRODOMESTICOS LE TEMEN AL DUMPING BRASILEÑO

 

A pesar de la incipiente recuperación del comercio de electrodomésticos y el comienzo de la temporada fuerte para el sector de la denominada línea blanca (heladeras, freezers, entre otros), los fabricantes locales reclaman a los gobiernos nacional y provincial un freno a la “avalancha” de productos de las grandes marcas provenientes de Brasil, a las que acusan de dúmping.

Después de la desaparición de innumerables plantas la década pasada, Rosario pasó a transformarse prácticamente en la principal zona del país en la fabricación de productos relacionados con la refrigeración. De la media docena de empresas que sobrevivieron, tres están ubicadas en la región: Briket, Bambi y Frimetal (Gafa).

Desde el sector destacan que las ventas de heladeras, en el 2003 pueden llegar a superar las 300.000 unidades, un 50% más respecto del año pasado , pero todavía un 20% por debajo de lo registrado en 2001. Y mucho más lejos de las 800.000 unidades anuales de promedio el trienio 94/97, con un pico de un millón de unidades.

Roberto Lenzi, directivo de la firma Briket, explicó “que las perspectivas son que el mercado este año crezca un 50%, pero nada de eso nos llegará a los fabricantes nacionales si no se ponen cupos o se toman medidas contra el dúmping”.

Los industriales locales señalan que los productos made in Brasil se están vendiendo en el mercado argentino a un 15% o 20% por debajo del precio del que se ofrece por la misma unidad en el vecino país. Por esta razón, los empresario agrupados en la Cámara Argentina de Industriales en Refrigeración y Aire Acondicionado (CAIRAA) estudian minuciosamente la posibilidad de denunciar a varias compañías de dúmping y exigir a las autoridades nacionales la instauración de cupos de importación.

En este sentido, Juan Cima, ejecutivo de Frimetal, remarcó que “hemos comprobado que varias firmas líderes están vendiendo en el mercado interno en un rango entre un 10 y 20% más barato que el que tienen por el mismo producto en Brasil”. Aunque va contra sus principios sobre cómo debe funcionar el mercado, el directivo admitió que “cuando uno revisa los números existe una competencia desleal”.

Lenzi, al igual que los demás empresarios consultados por LA CAPITAL, criticó el accionar de los gobiernos nacional y provincial, ya que “nos terminan atendiendo funcionarios nacionales de segunda línea y en la provincia tampoco tuvimos mucho eco a nuestros reclamos”.

La recesión de los últimos meses en Brasil hizo que las compañías salieran con una agresiva política de comercio exterior para colocar su producción, aún a costa de resignar sus márgenes de ganancias, y en la cual Argentina se transformó en una prioridad por su cercanía y conocimiento del mercado.

Los industriales locales temen un panorama más complicado en los próximos meses de continuar el parate en Brasil, ya que allí están instalados los cuatro gigantes del sector a nivel mundial: Whirlpool (fue el último grande en abandonar su producción en Argentina meses atrás), General Electric, Electrolux, Siemens, y medianos como Mc Lean (Fagor y Patrick, que en San Luis sólo emsambla uno de sus modelos), todos con espalda financiera y logística suficiente para volcar sus excedentes de producción en otras latitudes con mejores perspectivas.

La incidencia para Rosario no es menor. En la región entre las tres fábricas instaladas se producen alrededor de 120 mil productos de refrigeración anuales y aún tienen capacidad instalada para seguir creciendo. En comparación de las ventas en el mercado interno la producción local representa cerca del 40%.

LA PATA FINANCIERA

Los empresarios nacionales resaltan además que se les hace casi imposible competir con las ventajas crediticias que otorga el vecino país para fomentar la exportación –tasa Libor (1,5%) más dos puntos-, mientras que las firmas locales no tienen acceso a financiación o son a tasas astronómicas.

Esto les permite a los fabricantes radicados en Brasil otorgarles financiación de 30 a 180 días a las grandes cadenas de comercialización de electrodomésticos y de supermercados a tasas del 12%.

Carlos Odisio, propietario de Bambi, explico que “ con ese diferencial de tasas que logran las compañías, entre el 3,5% al que toman los créditos para la exportación y el 12% que ofrecen a las cadenas, suplen financieramente ese 15 o 20% que resignan en el precio de sus productos”.

Un ejecutivo de una de las cuatro grandes compañías del sector, que pidió reserva de su nombre, reconoció que “la instrucción es bajar precio a cambio de volumen”.

En este sentido, Odisio señaló que “en las últimas semanas los gigantes del sector están renegociando sus contratos con las cadenas de electrodomésticos y supermercados a la baja, otorgando más plazos y financiación para colocar sus productos, mientras que nosotros sólo en determinados casos podemos llegar a ofrecer 30 días.

MARCOS CICCHIRILLO